Pensamientos intrusivos o irracionales

1/21/20252 min read

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos no deseados que aparecen de forma repentina en la mente y pueden generar ansiedad, incomodidad o culpa. Son pensamientos que no reflejan los deseos ni la verdadera personalidad de la persona que los experimenta, pero pueden ser perturbadores.

Son comunes y casi todas las personas los tienen en algún momento. Sin embargo, cuando se vuelven frecuentes, intensos y afectan la calidad de vida, pueden estar relacionados con trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la ansiedad o la depresión.

¿Cómo se ven los pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos pueden adoptar muchas formas, dependiendo de los miedos o preocupaciones de cada persona. Algunos ejemplos incluyen:

  • Miedo a hacer daño a otros o a uno mismo ("¿Y si pierdo el control y lastimo a alguien?")

  • Dudas excesivas ("¿Cerré bien la puerta? ¿Y si olvidé algo importante?")

  • Pensamientos de contenido sexual inapropiado (ideas perturbadoras que la persona no desea tener)

  • Ideas religiosas o morales extremas (miedo obsesivo a blasfemar o a hacer algo moralmente incorrecto)

  • Miedo a perder el control (como gritar en una situación inapropiada o hacer algo vergonzoso)

Estos pensamientos suelen ser irracionales, pero generan mucha angustia porque la persona siente que podrían ser reales o significar algo sobre su carácter.

¿Por qué ocurren?

El cerebro está constantemente generando pensamientos, y algunos pueden ser aleatorios o absurdos. El problema surge cuando la persona les da demasiada importancia y empieza a obsesionarse con ellos.

Las causas pueden incluir:
✔️ Estrés y ansiedad
✔️ Perfeccionismo o necesidad de control
✔️ Trastornos como el TOC o la depresión
✔️ Experiencias traumáticas o culpa excesiva

¿Cómo manejarlos?

  1. Aceptar su presencia
    Intentar suprimirlos o luchar contra ellos solo los hace más intensos. Es mejor reconocerlos como pensamientos sin significado real.

  2. No juzgarse por tenerlos
    Tener un pensamiento no significa que vayas a actuar en consecuencia ni que diga algo sobre quién eres.

  3. Practicar la observación sin reacción
    Imagina que los pensamientos son como nubes que pasan por el cielo: están ahí, pero no tienes que aferrarte a ellos.

  4. Reducir el estrés y la ansiedad
    Ejercicio, técnicas de respiración y mindfulness pueden ayudar a disminuir su frecuencia.

  5. Buscar ayuda si son persistentes
    Si los pensamientos intrusivos afectan tu vida diaria o generan mucho malestar, un psicólogo puede ayudarte con estrategias efectivas, como la terapia breve estratégica.

Recuerda: los pensamientos intrusivos no te definen. Son solo eso, pensamientos. 💙